Contienda electoral 2024: Un panorama de incertidumbre y dudas para Panamá

En el horizonte político de Panamá, la expectación se torna palpable conforme nos acercamos a las elecciones del próximo quinquenio. Con un telón de fondo marcado por desafíos económicos, sociales y medioambientales, los ciudadanos se encuentran en una encrucijada crucial, donde cada voto llevará consigo el peso de las decisiones por venir.

Ciudadanos y el país entero se enfrentan a un panorama electoral que se dibuja en una tela incierta, donde las corrientes políticas se entrecruzan y las promesas electorales compiten por la atención del electorado, en este vaivén de propuestas y debates, emerge una pregunta que resuena en la mente de cada ciudadano: ¿Quiénes serán los líderes que guiarán a Panamá hacia un futuro próspero y equitativo?

Con ocho candidatos presidenciales, figuras que se postulan para una reelección y un gran número de candidatos independientes se puede decir con certeza que este es uno de los periodos electorales más difíciles para Panamá que mira su realidad bajo una lupa crítica y de desconfianza, cargado de preocupaciones por el complicado estado en el que se despide el gobierno actual, sobre todo en estos últimos días en los que se anunció la pérdida de grado de inversión de Panamá por una de las principales agencias calificadoras de riesgo. Este problema de gran magnitud para la solvencia económica del país será de las principales tareas a atacar para el futuro líder de la nación.

Esta es una elección que no podemos subestimar, ya que el próximo gobierno deberá hacer frente a una serie de desafíos que requieren liderazgo visionario y pragmatismo político, enfrentándose a las posibles crisis que estarían aquejando a Panamá en 2024, discutidas en el informe de LLYC “Panamá: Estrategias Audaces Frente A Riesgos Críticos”, en la que retratamos que puede significar para panameños, empresas e industrias una elección poco acertada, entre ellas los más grandes riesgos: corrupción, inseguridad y falta de agua. Nos enfrentamos a una tarea desafiante: discernir entre las promesas vacías y las propuestas viables, entre la retórica política y el compromiso genuino con el bienestar del país.

Un aspecto clave y que no podemos pasar desapercibido es que según el Padrón Electoral Final (PEF), el 48% de los electores tiene menos de 40 años, por lo que estas elecciones será en gran medida una elección del voto joven, quienes cada día muestran tener una participación activa e interesada en los resultados del próximo 5 de mayo y que puede impactar, de gran manera, en la elección que se haga.

El destino de Panamá reposa en nuestras manos, en un periodo de incertidumbre y cambio. La elección del próximo gobierno será determinante para el rumbo de nuestro país en los próximos años y es el momento perfecto para que como panameños nos unamos en un ejercicio de democracia participativa y elijamos líderes que estén a la altura de los desafíos que estará enfrentando la nación durante el próximo quinquenio.

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